Varios de los principios de Pilates para tratar de mejorar el estado general de los adultos, se inspiraron en cómo se desarrolla el crecimiento durante la infancia, por los problemas que sufrió el propio Maestro cuando era niño.
Corpora Pilates cuenta con un sistema de introducción a la práctica de Pilates para los más pequeños que mejora su bienestar y su desarrollo positivo, tanto fisiológico como mental.
El crecimiento no es solo una cuestión de talla, peso o musculación, sino que supone un desarrollo de las capacidades del propio individuo, ayudado por factores externos positivos como puede ser el Pilates. Este ejercicio que mejora la postura, la fuerza, la flexibilidad, enseña disciplina, organización correcta de los alineamientos del cuerpo. Sobre todo, se enfoca en la forma de obtener el mayor beneficio integral, con menos estrés corporal, también en la infancia.
Pilates decía: “menos es más” refiriéndose a que lo importante que es crear una memoria psicomotora que nos acompañe en la vida. Por eso, comenzar desde pequeños a ejercitarnos mejora nuestra postura y la propiocepción (percepción inconsciente de los movimientos y de la posición del cuerpo) que nos hace físicamente independientes, mucho más capaces, y psíquicamente más sanos y positivos.
Introducción al Pilates
Los ejercicios de Pilates como tales, no se enseñan hasta los nueve o diez años. Por eso, se introducen, poco a poco, elementos propios de los ejercicios Pilates de un modo divertido y con un lenguaje apropiado en cada fase del crecimiento. Los niños pueden comenzar actividades de Pilates a partir de los cinco o seis años, cuando hay control motor y cierta capacidad de atención. A partir de entonces las “frases” de los cuentos motores deben ser breves, atractivas, estimulantes, funcionales… Hasta los siete u ocho años, en los que se van introduciendo aspectos más físicos. Y así se evoluciona metodológicamente hasta la prepubertad doce o trece años en mujeres y trece y catorce en varones). Así, un niño con una buena postura ya expande a su alrededor un lenguaje no verbal de éxito y crece de una manera más sana.
Comenzar a introducir a los niños en el Pilates poco a poco, con el enfoque adaptado a su edad, ayuda a prevenir muchos de los problemas del crecimiento. Los huesos, articulaciones y músculos necesitan un estímulo para su correcto crecimiento y Pilates los proporciona de un modo fisiológico ya que activa la respiración como principio esencial, o el uso de la musculatura profunda (nuestro armazón) para mejor rendimiento de los músculos superficiales (los que nos dan la potencia del movimiento). El resultado es un movimiento más armónico, fluido y habilidoso. Esto es muy positivo porque los niños se mueven menos, están frente a ordenadores y tablets, cargan mochilas, no hacen actividad física y como consecuencia tienen malas posturas, malos hábitos y sedentarismo.
Formación pionera y adaptada
La maestra Laura Cabral, directora de Corpora Pilates, ha desarrollado un método que tiene en cuenta el desarrollo psicomotor. Supone la adaptación del aprendizaje de los patrones de movimiento a lo que llamamos “cuentos motores”. “Les hacemos experimentar movimientos que forman parte de ejercicios Pilates, pero basados en acciones de la naturaleza o gestos domésticos y que van constituyendo frases de una narración infantil y que además suponen partes de un ejercicio Pilates completo”, asegura Laura Cabral. “Por ejemplo, reman en una barca para cruzar un río imaginario, pero lo hacen manteniendo una postura y un movimiento que coincide con varios patrones gestuales de ejercicios Pilates. Y al final conseguimos que hagan Pilates jugando de ese modo”. Esta forma de docencia ha sido fruto de un trabajo meticuloso de adaptación creativa a las distintas fases de crecimiento psicomotor y desarrollo del niño a distintas edades. De esta forma se ha investigado y estudiado experiencias con niños de estas edades, para que cuenten con el mejor método para introducirlos de manera natural y progresiva en la práctica de Pilates.
El papel del profesor es fundamental para lograr estos objetivos. “Es necesario mantener el papel del maestro con una mezcla de firmeza y permisividad, instrucciones claras y concisas, diversión con fases más relajadas y otras de mayor control. En definitiva, una metodología propia de estas edades para implicarles en su propio desarrollo”, afirma Laura Cabral.
Una historia de superación
Pilates fue un niño con problemas. Gracias a la ayuda de su médico de cabecera y de su propia voluntad, se enfocó en desarrollarse para vencer su asma, raquitismo y su debilidad general. Pilates decidió acabar con las burlas de sus compañeros de colegio por su condición, buscando una solución para sí mismo. Al poco tiempo, con el estudio de los comportamientos de los atletas griegos en las antiguas olimpiadas, desarrolló un sistema de ejercicios que tuvo un gran éxito. Varios de los principios de Pilates se inspiraron en cómo se produce el desarrollo de un niño para tratar de mejorar el estado de los adultos, que el Maestro tuvo que buscar y experimentar en sí mismo. Un legado, que ayuda a millones de personas cada día, en todo el mundo, a estar mejor, también a los niños.